Empresa de transporte público estrenó autobuses, con cargo al erario, en Playa del Carmen

Fabiola Cortés Miranda

La empresa Transportes Unidos del Carmen (TUCSA), gracias a la “generosidad” del alcalde de Playa del Carmen, Mauricio Góngora Escalante, estrenó dos camiones modelo 2014, que costaron un millón 137 mil pesos, cada uno. El Edil dio en comodato los camiones con el pretexto de que éstos se utilizarían para dar servicio gratuito a la comunidad escolar de la Universidad de Quintana Roo (UQRoo) y de la Universidad Tecnológica (UT).

Sin embargo, los autobuses sólo realizan cuatro viajes de lunes a viernes hacia la zona de universidades, y el resto del día y los fines de semana, la empresa TUCSA, vinculada políticamente con el gobierno municipal, explota los dos autobuses y obtiene cuantiosas ganancias que ingresan directamente a la caja de la concesionaria.

En la vigésima tercera sesión ordinaria de cabildo del 26 de agosto del 2014, el ayuntamiento cedió los dos autobuses bajo un contrato de comodato, muy ventajoso para la empresa, la cual por cierto, ha mantenido el monopolio del transporte público en Playa del Carmen.

Por ejemplo, si bien es cierto que en la cláusula tercera del contrato se establece que se otorga “el derecho de uso gratuito y temporal” de los autobuses; también es cierto que en la cláusula cuarta se abre la posibilidad a que éstos sean adquiridos: “los autobuses materia de este contrato, no podrán ser objeto en todo o en parte de contrato traslativo de dominio, sin el previo consentimiento por escrito de El Municipio”; lo cual muy probablemente ocurrirá, resultando un negocio redondo para la empresa, pues pagará a un precio ínfimo por dos autobuses que le fueron entregados nuevos, y que ahora mantiene en calidad de "préstamo", por decirlo más claramente.

Incumple empresa horario de prestación de servicio escolar

En la cláusula séptima, relativa a los horarios de rutas, se señala que “La empresa se obliga a prestar el servicio de transporte público urbano de pasajeros a la comunidad estudiantil universitaria en un horario de 06:00 horas a 22:15 horas, de lunes a viernes”.

Pero lo anterior no se cumple, pues de acuerdo a diversas entrevistas realizadas con estudiantes de la Universidad de Quintana Roo, y de la Universidad Tecnológica, los autobuses sólo acuden cuatro veces al día, en la mañana cuando dejan a los estudiantes; posteriormente entre la 1 de la tarde y la 1:40, cuando van por los del turno matutino; y a las 5 de la tarde y 10 de la noche, para cubrir el turno vespertino.

Además, en periodos de inter semestrales, los autobuses no brindan el servicio a la comunidad universitaria.

Jazmín, Nazareth y Alejandrina, estudiantes de la carrera de Ingeniería Empresarial de la UQRoo, consideraron que los horarios en los que presta servicio el autobús asignado a la comunidad universitaria de esta institución son insuficientes y muy limitados, y con frecuencia se ven obligadas a caminar por media hora hasta llegar a la colonia La Guadalupana para poder abordar algún transporte público y regresar a sus casas.

En la cláusula décima quinta del contrato de comodato, se establece como causa de rescisión del mismo, “(…) el incumplimiento de las obligaciones contraídas por cualquiera de las partes (…)”.

Como se ve, el incumplimiento por parte de la empresa  TUCSA no es menor y afecta a la comunidad estudiantil; lo que es más, echa por tierra el objetivo principal del contrato, que es beneficiar a los estudiantes de la UQRoo y la UT. A no ser que el "préstamo" de los camiones haya sido solo un pretexto del edil priista Mauricio Góngora Escalante para en realidad “regalar” a la empresa TUCSA, dos autobuses nuevos.

No se puede pasar por alto, que TUCSA pertenece al Sindicato de taxistas Lázaro Cárdenas del Río, un gremio fiel al PRI y que es utilizado en eventos de este partido y procesos electorales. En cada cabildo, siempre se reserva un lugar para un miembro de este poderoso sindicato.

En las diversas administraciones priistas, el sindicato de taxistas y TUCSA han obtenido múltiples beneficios; por ejemplo, en el gobierno de Román Quian (2008-2011) los taxistas se adueñaron de extensos espacios de la vía pública para establecer paraderos, en perjuicio de los automovilistas y de la movilidad vehicular.

Durante la administración de Filiberto Martínez Méndez (2011-2013), ‘se contempló’ la posibilidad de permitir el ingreso de otra empresa que prestara el servicio de transporte público, pero el monopolio de TUCSA fue defendido desde el cabildo por Jacinto Aguilar, entonces regidor y uno de los directivos del sindicato y la empresa. La entonces secretaria general, Cristina Torres, reconoció que no existía ninguna concesión para la prestación del servicio público de transporte a favor de TUCSA, esto es, ningún documento legal que obligara al ayuntamiento y a la empresa a nada. Durante la administración de Martínez Méndez, la "concesionaria" de transporte pagó al ayuntamiento sólo 60 mil pesos para poder tener en circulación unos 75 vetustos autobuses.

El ayuntamiento le ha tolerado a TUCSA seguir utilizando unidades viejas para prestar el caro servicio de transporte público, sin cobrarle ni un peso por su monopólica concesión, lo mismo por la exhibición de anuncios publicitarios en las unidades.

Así las cosas, no es de extrañar que el presidente municipal de Solidaridad le haya dado su correspondiente premio a TUCSA con la entrega en comodato de dos autobuses nuevecitos, que evidentemente no fueron para beneficio de la comunidad universitaria, sino para beneficio de alguien más... (NoticaribeNews)